viernes, 20 de agosto de 2010
Lolita alzó su vuelo
Su pico revoloteaba por el techo de su hogar -un lugar que quizá para ella era libertad-.Y reproducía el sonido de un avión para luego morirse a carcajadas al vernos sorprendidas por el ruido que repetía una y otra vez. Su risa, la escuché, miles y millones de veces más.
Su esencia siempre fue la misma. Su risa, su llanto, su silbido y su canto estaban allí para llamar la atención en invitarnos a conversar con ella. Sí, a conversar. Nos convidaba amablemente a compartir los mismos cantos y las mismas frases que aprendió y repitió a lo largo de su vida.
Su grandeza estaba en ese canto compartido -que cada una disfrutaba-: “cuando la lorita quiere que el lorito vaya a misa, se levanta muy temprano a plancharle la camisa, ayyyyy mi loritaaaaa”.
Nos demostró el amor más puro y sincero que se le puede regalar a una madre, cuando llamaba desesperada “Mamáaa” a esa abuela que lo ha dado todo por sus loritas.
Estuviésemos alegres, felices, tristes, cansadas, amargadas…la lolita siempre estaba ahí para despegarnos de nuestra libertad y hacernos para compartir su jaula.
Nos mostraba la mejor faceta de la vida, y con su repetida y espontánea conversa nos decía que la grandeza está en esos pequeños momentos.
Esa es la lolita que seguiremos escuchando. La que siempre conocimos. La que nos regalaba su amor así fuésemos indiferentes. La que nos invitaba a acercarnos a su hogar a penas nos escuchaba en la cocina o desde la ventana. Esa que se reía y hablaba más fuertes de quienes estábamos cerca para hacerse sentir con sus tradicionales pero inolvidables ocurrencias.
Esa es la lolita que hoy se ha ido a seguir llamando a Vito Rojas desde la inmensidad. La lolita a la que siempre las moras le silbarán.
viernes, 25 de junio de 2010
Ciudad de contrastes:
De blancos y negros
De invierno y verano
De montaña y valle
De lluvia y sequía
De luz y oscuridad
De brillo y opacidad
De riqueza y pobreza
De abundancia y escasez
De día y noche
De ayer y mañana
De aquí y allá
De norte y sur
De utopía y realidad
De avances y retrocesos
De aptitud e ineptitud
De livianos y pesados
De perdón y rencor
De dudas y convicciones
De jóvenes y viejos
De gente luchadora y conformista
De cultos y vulgares
De crédulos y desconfiados
De ilustres e ignorantes
De vivos y muertos
De despiertos y dormidos
De ser y no ser
De aparecer y desaparecer
De encantos y desencantos
De astutos y pendejos
De aciertos y desaciertos
De defectos y virtudes
De interés e indiferencia
De paciencia y desesperación
De crueldad y piedad
De interés y desinterés
De mentiras y verdades
De amor y odio
De corduras y delirios
De amabilidad y desprecio
De seguridad y peligro
De paz y violencia
De pureza y suciedad
De humildad y ego
De compañía y soledad
De carreras y quietudes
De rápidos y lentos
De lealtad y traición
De penas y glorias
De esperanzas y decepciones
De emociones y tristezas
De silencios y ruidos
De tranquilidad y convulsión
De iguales y diferentes
De afirmaciones y negaciones
De propios y extraños
De primero y último....
De muchos y de pocos
Una ciudad de todos y de nadie...